Astrid en Yo me Porto Mal mezcla reggaetón y cumbia para elevar la “temperatura”
¿Eres de las que se porta mal si te engañan? Astrid en Yo me Porto Mal te ayudará a expresar tu sentir con una mezcla de reggaetón y cumbia bailable.
Sonidos electrónicos y orgánicos, ritmos tradicionales y modernos caracterizan a esta producción.
Yo me Porto Mal, describe en su letra todo lo que ponen en juego las mujeres de hoy al iniciar una relación seria, pero sobre todo; deja claro qué puede suceder si quien pide este tipo de relación falta a sus promesas.
Además la cantautora ambateña parte de gira a los Estados Unidos a cumplir con varios compromisos artísticos musicales como entrevistas, presentaciones y reconocimientos por todo el mes de agosto, bajo la dirección y representación de Farfan Productions, quien ya prepara todo para la llegada de Astrid a La Gran Manzana.
MODELOS MEJOR CALIFICADOS
ASTRID CANCION
El productor comenta en un comunicado para TIEMPO LIBRE sobre la nueva producción de la cantante:
«Yo me porto Mal es una canción divertida, tanto como producto final como en su proceso de producción.
Para empezar los beats se produjeron en FL Studio y el resto en Cubase Pro, grabamos muchos instrumentos y luego se decidió cuáles hacian bien a la canción.
Trabajar en la mezcla de reggaetón más ritmos e instrumentos tradicionales fue una experiencia muy interesante ya que los diferentes beat’s iban tomando “temperatura” a medida que agregué los distintos elementos, como timbales, tumbadoras, guiros, cencerros, shekers».
Se grabaron 4 tipos de guitarras, algunas en Solo Éxitos Records (Ambato) y las eléctricas en El Abasto Estudio (Quito), pero a la hora de la mezcla decidio quedarse con 3, guitarras acústicas con cuerdas de nylon, rítmica y solos, y 2 tipos de guitarras eléctricas; también, rítmica y solos.
ARTÍCULOS MEJOR CALIFICADOS
El piano le dio el apoyo en toda la canción y la integración de un acordeón le dio un color más folk o retro a ciertas partes del tema.
La elección de los sintes fue muy detallada y a pesar de que algunos pasan desapercibidos están ahí ayudando a que la canción crezca.
A lo que agrega: «El bajo real se cambió a último momento porque el sinte no nos daba lo que queríamos escuchar.
La mezcla fue un proceso largo en el cual probé muchas técnicas y después de mucho trabajo llegamos a objetivo.
Trabajar con Astrid y Marco Coello siempre es un placer y en cada producción logramos subir el listón de la calidad».