Celia Cruz, una voz que nació en Cuba. Celia Caridad Cruz Alfonso nació en el barrio de Santos Suárez de La Habana el 21 de octubre de 1925, si bien algunas fuentes señalan su nacimiento cuatro años antes, un dato de difícil comprobación, dada la persistente negativa de la estrella a confesar su edad.
Fue la segunda hija de un fogonero de los ferrocarriles, Simón Cruz, y del ama de casa Catalina Alfonso Ramos, Celia compartió su infancia con sus tres hermanos -Dolores, Gladys y Bárbaro- y numerosos primos, y sus quehaceres incluían arrullar con canciones de cuna a los más pequeños; así empezó a cantar. Siendo niña, cantando para un turista consiguió calzar a todos los niños de la casa. Solía observar los bailes y a las orquestas a través de las ventanas de los cafés cantantes.
Sin embargo, sólo su madre aprobaba esa afición: su padre quería que fuese maestra, y no sin pesar intentó satisfacerle y estudiar magisterio, pero pudo más el corazón cuando estaba a punto de terminar la carrera y la abandonó para ingresar en el Conservatorio Nacional de Música.
Mientras tanto, Celia Cruz cantaba y bailaba en las corralas habaneras y participaba en programas radiofónicos para aficionados, como La hora del té o La corte suprema del arte, en los que obtenía primeros premios tales como un pastel o una cadena de plata, hasta que por su interpretación del tango «Nostalgia» recibió en pago 15 dólares en Radio García Serra.
- Inicios
Antes de ingresar en la orquesta Sonora Matancera, Celia Cruz participó en un espectáculo musical y comedia titulado La corte suprema del arte donde compartió escena con cantantes destacados de la época como Aurora Linchetti.
Poco tiempo después participó en la Radio Cadena Suaritos, junto a una agrupación que interpretaba coros yorubas y ritmos de batá, logrando por esa época su primera grabación junto al cantante Obdulio Morales. Los temas que grabó en ese momento serían incorporados a una de las primeras compilaciones de su trabajo en formato de Larga Duración.
En 1948, Roderico Rodney Neyra fundó el grupo de bailarinas Las Mulatas de Fuego y Celia fue contratada junto a este grupo como cantante, alcanzando un gran éxito. En Venezuela es contratada para grabar sus primeros discos de 78 rpm comerciales por la disquera Comercial Serfaty respaldada por la Orquesta Leonard Melody.
Poco después fue contratada por la emisora Radio Cadena Suaritos. Llegó el año de 1950, cuando conoció al empresario Rafael Sotolongo quien la buscó porque quería que cantara con el Conjunto Sonora Matancera, ya que la cantautora Myrta Silva había decidido dejar la agrupación para retornar a Puerto Rico donde había adquirido una propiedad y quería disfrutarla, dejando disponible la vacante para una voz femenina.
Su ingreso fue aprobado por el director de la agrupación, Rogelio Martínez. Al enterarse los directivos de la radio donde trabajaba de dicha entrevista, fue despedida arbitrariamente.
Existía un programa radial llamado «Cascabeles Candado» y cuya orquesta exclusiva era la Sonora Matancera. Un buen día, Celia luego de la entrevista con Don Rogelio fue a Radio Progreso donde ensayaban de lunes a sábado, con el primero que se encontró en el estudio fue con el que sería su futuro esposo: Pedro Knight que era el segundo trompetista de la Sonora.
Habiendo llegado todos los integrantes ensayaron, pero no sonaba nada bien, Celia como tenía sus arreglos que no coincidían con el número de integrantes de la Sonora, se los entregó a Severino Ramos para que los adecuase, y que la llamarían para cuando estuvieran listos los mismos. Debutó con la agrupación el 3 de agosto de 1950. Inicialmente no fue acogida por el público, mandando cartas al director y a la Radio para que fuese cambiada, no logrando su objetivo. Rogelio Martínez, teniendo fe en ella fue a su casa discográfica SEECO Records, cuyo director y gerente era Sidney Siegel. Allí hubo otra oposición ya que el criterio de Mr. Siegel, como le llamaban, era que las mujeres no vendían discos y no podían atreverse a cometer semejante error, pero aun así Rogelio, convenció al dueño retándolo y es así que grabó el 15 de diciembre de 1950 en formato 78 rpm.
Fue tal el éxito que Mr. Siegel dio el visto bueno y así Celia empezó haciendo sus grabaciones con la Sonora Matancera, matrimonio musical que duró quince años. Sus éxitos inolvidables: Burundanga, Caramelos, Yerbero moderno, Tu voz, Ritmo tambó y flores, Pa’ la paloma, Nuevo ritmo omelenkó, Vallán vallende, La sopa en botella, en total registró 188 números.
- Matrimonio
Celia y Pedro Knight se casaron el 14 de julio de 1962 en Connecticut. Seguían los contratos y las giras por Estados Unidos, pero él siempre dejó a su esposa tomar toda las riendas de su vida artística profesional, había contratos individuales, aunque él continuó viajando como uno de sus músicos.
Luego, comenzó a convertirse en su manager y representante exclusivo, dejando la Sonora Matancera y su trompeta inseparable el 30 de abril de 1966.
La muerte de Celia Cruz devastó a Knight. Celia Cruz lo llamaba «Cabecita de Algodón», «Perucho». Él estuvo a su lado mientras que ella sufrió de cáncer, y en más de una ocasión expresó su esperanza que ella se recuperaría.
Un hecho que no es bien conocido por el público es que Pedro Knight luchó contra el cáncer; apenas un día después de que su esposa experimentó cirugía para quitar un tumor canceroso mamario, él pasó por la misma cirugía, ya que tenía un tumor canceroso.