Te decidiste a tomar vacaciones en la playa, y seguro desearás regresar al trabajo con un hermoso tono de piel. Para lograrlo es necesario conocer cómo broncearse correctamente para evitar lesiones.
CÓMO BRONCEARSE CORRECTAMENTE
El primer día que se tome el sol únicamente hay que exponerse a sus rayos durante algunos minutos.
En general nunca se debe exceder de media o una hora, ya que el bronceado no es más rápido por estar al sol durante mayor tiempo.
Se ha comprobado que al cabo de 20 minutos de exposición al sol aparece un ligero enrojecimiento apenas perceptible, a los 50 minutos se produce un gran enrojecimiento y una pigmentación, y a más de 50 minutos la piel está ya cansada y no fabrica más pigmentos.
Al término de 100 minutos las quemaduras son dolorosas y después de 200 minutos aparecen las ampollas.
Nunca se debe poner el rostro al sol porque con el reflejo es suficiente para broncearla.
Tampoco es conveniente permanecer quieto al sol, en movimiento (paseando, jugando en la playa o haciendo deporte) se adquiere un bronceado mucho más uniforme, ya que todas las partes del cuerpo se van exponiendo alternativamente a los rayos solares.
De esta forma se evitarán además las placas rojas y se activará ese fenómeno natural anticalor que es la transpiración.
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Antes de exponerse al sol hay que mojarse con agua para aumentar la reverberación y reducir los peligros de quemaduras (el mar es un suero fisiológico perfecto).
También es aconsejable mojarse el pelo para evitar la insolación, no conviene secarse el sudor, ya que contiene una sustancia, el ácido urónico, que acelera el bronceado.
Los baños de sol deben tomarse antes de las 11 de la mañana o después de las 3 de la tarde, cuando los rayos caen oblicuamente y están más cargados de rayos ultravioleta que son los bronceadores (los rayos que calientan no son precisamente los que más broncean).
Después de tomar el sol no hay que bañarse inmediatamente, pues la piel necesita algún tiempo de reposo para recuperarse del esfuerzo de la absorción solar.
Para broncearse de modo uniforme hay que comenzar por exponer al sol la mayor superficie posible.
Si por primera vez se expone una zona muy limitada, todo el potencial de bronceado se localiza en la región expuesta, esta es la razón por la que resulta tan difícil borrar las marcas blancas que dejan los tirantes el primer día en que se toma el sol.
Si se tiene tendencia a que la nariz se enrojezca, conviene empolvarla por encima de la crema antisolar (los polvos detienen en parte las radiaciones), o bien taparla con un disco empapado de loción, asimismo puede ser prudente tomar el sol de perfil.
FUENTE: Enciclopedia de la Mujer.