¿Tu lugar favorito necesita un cambio de color? Descubre cómo pintar las paredes interiores para conseguir un acabado perfecto.
Sea esta tu primera vez pintando una pared o la quinta, estos consejos te ayudarán a que el terminado sea vea como el realizado por un profesional.
CÓMO PINTAR LAS PAREDES INTERIORES
Para pintar una habitación ocupada hay que empezar por quitar los muebles y cubrir el suelo por completo con periódicos bien sujetos unos a otros para evitar que se deslicen.
Empezar la limpieza de las paredes por la parte inferior, de modo que las escurrideras corran siempre por la parte húmeda pues, de lo contrario, si cayeran sobre la puerta seca, se comerían el color y este sería difícil de igualar.
Insistir especialmente en las molduras y rodapiés.
Mojar la brocha solo lo necesario y agarrar lo más cerca posible de los pelos para hacer más fuerza.
Trabajar por franjas horizontales, pasando una y otra vez la brocha en este sentido, para evitar que el líquido escurra.
En este mismo sentido, conviene conservar la pared húmeda hasta el momento de enjuagarla, lo cual debe hacerse usando una esponja, ya que el líquido limpiador, una vez seco, podría atacar la pintura.
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CÓMO RESANAR UNA PARED CON HUECOS
Una vez acabada la limpieza aparecen en las paredes grietas o marcas de clavos que es preciso resanar con yeso, a fin de conseguir de nuevo una superficie muy lisa.
Para ello puede emplearse desde yeso hasta cualquier tipo de plaste, sustancias muy solubles en agua que actúan de distinta manera según su composición.
Esta diferencia entre ellas se limita exclusivamente al volumen que adquieren después de secado, durante el cual algunas aumentan de tamaño y otras se contraen.
Debido a estas circunstancias, hay que elegir con cuidado el tipo de masa más conveniente, teniendo siempre en cuenta el consejo del vendedor.
El yeso, utilizado para llenar los agujeros más profundos, fragua más de prisa (en menos de 15 minutos), y debe prepararse en pequeñas cantidades echándolo poco a poco en el agua, pero no a la inversa.
La proporción de la mezcla debe ser de un volumen de agua por 2 de yeso, sin rebasar nunca esta cantidad de agua, pues de lo contrario la pasta tendría tendencia a agrietarse.
Agujeros pequeños
Se rellenan muy fácilmente con una espátula.
No hay más que preparar con cuidado el plaste, según las indicaciones del envase, y esperar el tiempo preciso hasta que adquiera la consistencia deseada y se pueda utilizar.
Una vez llenos los agujeros, la superficie tiene que alisarse bien, pasando la espátula por encima hasta que no quede ninguna desigualdad ni rastro de plaste alrededor.
Agujeros profundos
Antes de iniciar su reparación propiamente dicha, conviene abrir la boca del agujero con un raspador, quitar los residuos con una brocha y a continuación mojarlo para que el plaste o el yeso agarre bien.
Si los agujeros que ha de repararse son de gran tamaño, se pueden clavar dentro unos clavos pequeños, de forma que el yeso se sujete mejor.
Las grietas grandes son muchos más dífilas de rellenar, porque se deben siempre a causas profundas de la misma estructura del edificio y tienden tendencia a reaparecer al cabo de cierto tiempo.
Ante este problema se puede adoptar 2 soluciones:
consiste en proceder como con un agujero, es decir, abriendo previamente los bordes con el raspador (de resultado poco duradero)
O realizar la operación ya descrita y completarla con la aplicación de bandas de papel engomado sobre el yeso o el plaste todavía húmedos.
Estas tiras de papel, recortadas a la anchura conveniente, han de pegarse unas junto a otras, bien estiradas para que no tengan arrugas, y cubrirse luego con una ligera mano de plaste.
Por último se lija un poco la superficie para corregir las imperfecciones que podrían haber quedado.
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IDEAS PARA LIJAR PAREDES
Una vez que los agujeros y las grietas estas taponados y secos, presentan un aspecto rugoso y pequeñas irregularidades, fáciles de suprimir con un simple lijado.
Para ello se dobla la hoja de lija en 2 o 4 partes, según su tamaño, y se frota la pared, apoyando los dedos con fuerza y cambiando a menudo la superficie para que la lija no se desgaste.
Esta operación también puede llevarse a cabo con un taco de madera bien plano, cubierto de papel de lija.
Cuando se ha terminado de lijar es preciso limpiar la pared para hacer desaparecer todo el polvo y comprobar si está perfectamente lisa.
Un buen método para observar si ha quedado alguna aspereza es pasar la mano por encima cubierta con una media de nailon.
CÓMO PINTAR LAS PAREDES INTERIORES: APLICACIÓN DE LA PINTURA
Una vez completados estos consejos de cómo pintar las paredes interiores puede empezarse con la elección de este artículo.
Las pinturas pueden ser plásticas, acrílicas o látex, vinílicas, todas a base de agua.
El acabado puede ser opaco (mate), semi-mate (satinado o brillo de seda), y brillante (también llamado gloss).
La cantidad de manos dependerá si la pared es nueva o no y si tenía un color muy oscuro o distinto.
Por lo general se aplican de 2 a 3 manos. Deja secar la pintura entre cada aplicación según las indicaciones del envase.
FUENTE: Enciclopedia de la Mujer.