Saltar al contenido
TiempoLibre

Ejercicios a partir de los 40 (sigue en forma con el paso de los años)

ejercicios a partir de los 40
Compartir

¿Tienes 40 años? Seguro has notado que tu cuerpo tiende a acumular más grasa, por lo que toca hacer un esfuerzo extra para mantenerse en forma con estos ejercicios a partir de los 40.

A pesar del paso de los años, puedes mantenerte en forma si practicas estos sencillos y eficaces ejercicios a partir de los 40.

EJERCICIOS A PARTIR DE LOS 40

1.Burpees

Se realiza en varios movimientos (flexiones de pecho, las sentadillas y los saltos verticales) y con él se trabaja el abdomen, la espalda, el pecho, los brazos y las piernas.

Al practicar este ejercicio mejorarás la resistencia pulmonar y cardiaca.

Podrás tonificar y aumentar la masa muscular en menor tiempo, lo que puede contribuir a acelerar el metabolismo

Se pueden quemar unas 10 calorías por cada repetición.

2. Sentadillas

Practicar sentadillas bien hechas: espalda recta, pies a la anchura de los hombros, dirigiéndolos 15 grados hacia el exterior y el abdomen firme; permite tonificar todo el cuerpo, reforzar piernas y glúteos.

Fortalece los abdominales, músculos del tórax y los que rodean la columna vertebral.

3. Plancha aeróbica

Una excelente manera de tonificar todos los músculos centrales de tu cuerpo es realizando este ejercicio unas 3 veces a la semana por 90 segundos.

RUTINA DE EJERCICIOS PARA MAYORES DE 40

4. Puente para glúteos

El puente para glúteos es una excelente opción.

Dejar los brazos a lo largo de los costados, apretar los músculos de los glúteos para levantar las caderas y apretar una vez más en la parte superior, luego bajar lentamente las caderas hacia abajo.

5. Abdominales

Los ejercicios abdominales, junto con los respiratorios, son los más importantes de la sesión.
Unos músculos abdominales en buena forma evitan su caída y su congestión, y en una palabra, su pereza.

Tumbada boca arriba, con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo y los pies cerca del abdomen, se levantan los brazos y se incorporan con lentitud la cabeza, los hombros y la espalda, hasta llegar a sentarse.

Realizados estos movimientos, se vuelve a la posición inicial, inclinando poco a poco y a la inversa, el busto, los hombros y la cabeza; hay que frenar en el descenso.

Partiendo de la misma posición inicial, se levantan los brazos paralelamente hacia la derecha y se incorporan con lentitud la cabeza, los hombros y el busto, hasta sentarse con una ligera inclinación hacia la derecha.

Una vez en esta postura, se vuelve al punto de partida, bajando con lentitud el busto, los hombros y la cabeza.

Este mismo ejercicio debe hacerse a continuación, pero con inclinación hacia la izquierda.

Si estos 2 ejercicios resultan demasiado duros en un principio, se puede apoyar los pies en un mueble o para empezar, levantar solamente la cabeza y luego los hombros.

Tumbada boca arriba, con los brazos un poco separados del cuerpo, con las manos sobre los hombros y los pies cerca del abdomen (los brazos, hombros y la cabeza deben mantenerse firmes), se eleva con lentitud la parte inferior del tronco, con las piernas dobladas despegando del suelo el abdomen y la región lumbar.

Se debe volver a la posición de partida también muy despacio y con cuidado de no mover la cabeza.


Compartir