Cuando te encuentras en casa tu Ángel con Cola es bien educado, pero el problema viene ¿cuando lo dejas solo? La causa podría ser que padece de ansiedad en los perros por separación.
Los perros son animales de manada por lo que están acostumbrados a pasar las 24 horas del día con compañeros.
A esto se suma una inadecuada socialización, cambios repentinos en su rutina y la frustración por no tener la actividad diaria que su cuerpo necesita.
Estas situaciones provocan el estado de ansiedad y nerviosismo incontrolable para él, causando su comportamiento destructivo.
Su comportamiento cambia, por lo que destruye tus muebles y molesta a los vecinos por los ruidos del animal, así como a su propio bienestar, ya que le produce un elevado estrés.
PATRÓN DE CONDUCTAS
Estos son los cambios en su conducta que presenta un perro por ansiedad:
1. Aumento de la actividad, generalmente son conductas destructivas.
2. Ladridos, gemidos y aullidos.
3. Pérdida del control voluntario de la defecación o micción.
4. Es frecuente que muchos perros adopten signos de ansiedad antes de la partida de los dueños, como posturas corporales deprimidas, persecución del dueño, paseos, jadeos o insalivación.
DESCARTAR OTROS DIAGNÓSTICOS
1. Estas conductas aparecen exclusivamente cuando se ausenta el dueño.
2. En un porcentaje muy elevado ocurre únicamente cuando el perro está completamente solo en casa.
3. Suceden inmediatamente después de que sales de casa.
Para establecer que se trata de ansiedad por separación se lo puede grabar con una cámara de video o una de voz.
Así pues, si el perro pierde el control puede ser causado por marcar su territorio, por un problema orgánico, por falta de aprendizaje o por alguna fobia, entre otras causas diferentes a la ansiedad por separación.
Del mismo modo, los ladridos pueden ser respuestas a:
- ruidos determinados,
- a juegos,
- fobias,
- agresividad territorial.
Por último las conductas destructivas pueden ser causadas por la actividad propia de los cachorros: hiperactividad o respuestas a estímulos externos.
Una vez descartadas todas estas posibles causas, se puede hablar de ansiedad por separación.
En este sentido es importante destacar que el pronóstico de la ansiedad por separación es generalmente bueno, pero es fundamental la colaboración de un veterinario especializado en etiología clínica, así como la ayuda de un educador canino que enseñe al dueño a comunicarse mejor con el animal de compañía.
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CORREGIR ANSIEDAD POR SEPARACIÓN PERROS
Con el adiestramiento se tiene que buscar romper esa dependencia que tiene el perro hacia su amigo humano.
No se tiene que hacer caso al perro cuando se regresa a casa, hay que esperar a que esté tranquilo; entonces será el momento de interaccionar con él.
Se le debe negar la atención si salta, jadea o llora, ya que caso contrario, se reforzaría la dependencia.
Al salir de casa tampoco se le tiene que hacer caso.
SUPERAR LA DEPENDENCIA
A diario solo se debe prestar atención al perro si está tranquilo y se tiene que intentar que se vaya separando poco a poco.
Por ejemplo, a la hora de tumbarse, si lo hace pegado a tus pies ígnoralo, pero en el momento que se tumbe, aunque sea a medio metro de tí, habla, juega o acarícialo.
De esta manera se independizará para llevar su vida.
Toda interacción que provenga de nuestros perros debe ser ignorada sistemáticamente y tenemos que elegir muy bien los momentos para jugar, hablar, acariciar, peinar, dar de comer.
Los ejercicios de obediencia son un buen complemento para el tratamiento para la ansiedad en perros por separación.
COMPLEMENTOS ÚTILES PARA EL HIPERAPEGO EN PERROS
Lo cual te permitrá tener una relación sana con el can.
Es también de gran ayuda cambiar las rutinas a la hora de salir. Sería aconsejable cambiar la secuencia.
Otra alternativa es fingir falsas salidas donde te alista para salir a la calle, pero te quedas a ver televisión: así se consigue desconcertar al perro.
Antes de que se quede solo, ejercita a tu perro para que se agote y disfrute de un dulce sueño.
Es muy recomendable utilizar juguetes especialmente diseñados para cuando los perros se quedan solos que son dispensadores de golosinas o comida.