Anécdotas de los premios Oscar
El domingo se celebrará una nueva edición de los Premios Oscar, que en años anteriores han dejado varias anécdotas para la posteridad.
1. La actriz Greer Garson tiene el récord del discurso de agradecimiento más largo de la historia de las ceremonias. Al recoger su premio por su actuación en La señora Miniver, en 1943, Garson se lo tomó con calma y habló durante cerca de siete minutos.
2. En 1968, el director británico Alfred Hitchcock recibió un Oscar Honorífico, el premio en memoria de Irving Thalberg a toda su carrera. Siempre menospreciado por la crítica americana, nunca recibió una estatuilla dorada pese a sus cinco nominaciones.
3. Sólo dos personas han rechazado la estatuilla dorada. George C. Scott se negó a aceptarla en 1970 porque, según declaró, detestaba a su personaje en Patton, película por la que fue premiado. El otro lo protagonizó Marlon Brando, que no sólo rechazó su premio por interpretar al mafioso Vito Corleone de El padrino sino que, como gesto de protesta, envió a la ceremonia de 1973 a una mujer india para que diera un discurso sobre el maltrato que recibía la comunidad de indios nativos por parte de Hollywood.
4. En 1974, en pleno apogeo del striking, la peculiar forma de protesta contra la guerra de Vietnam que consistía en correr desnudo en lugares públicos, un atónito David Niven estaba presentando los nominados al mejor sonido cuando vio como un hombre corría sin ropa por el escenario haciendo el signo de la paz.
5. Después de recibir en 1991 el Oscar al mejor actor de reparto por Cowboys de Ciudad, el actor Jack Palance se puso a hacer flexiones en el escenario con un solo brazo para demostrar a los espectadores que a sus 72 años seguía en forma.
6. En 1998 la cinta italina La vida es bella se alzó con tres premios, entre ellos el de mejor película en habla no inglesa. Cuando Sofia Loren, después de pronunciar la protocolaria «And the Oscar goes to«, abrió el sobre y gritó un sonoro: «¡¡Roberto!!», el destinatario de su mirada y su exclamación saltó literalmente de alegría y protagonizó uno de los más emotivos y destacables momentos de la historia de los premios de la Academia. En medio de una estruendosa ovación, el actor y director Roberto Benigni se puso en pie sobre el respaldo de la butaca y caminó sobre ellas hasta volver al pasillo, y subió dando saltos al escenario, donde se fundió en un abrazo con su ilustre compatriota.
7. Otro de los momentos más memorables se vivió durante la ceremonia de 2003 cuando un eufórico Adrien Brody tomó en brazos a quien le acababa de entregar el Oscar al mejor actor, Halle Berry, y la besó apasionadamente frente a una audiencia atónita. Brody sostuvo que no fue preparado y que su reacción fue producto del entusiasmo.
8. La última anécdota destacable la protagonizó el año pasado Jennifer Lawrence cuando sufrió una caída en el momento de subir las escaleras para recoger su premio como mejor actriz por El lado bueno de las cosas.