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Cuidados de belleza en la edad madura: pasos para no aparentarla

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El envejecimiento es algo que se puede retrasar, ya que esto depende de la calidad de vida. ¡Apunta! Estos cuidados de belleza en la edad madura para verte radicante.

Los 40 años constituye una época crucial en la que la belleza empieza a verse amenazada en todos sus aspectos.

Las grasas comienzan a producirse paulatinamente.

La piel empieza a perder su elasticidad y se vuele demasiado amplia para su contenido.

En esta época se acentúan las malas posturas.

Los zapatos de tacón alto o punta estrecha terminan por comprometer el equilibrio corporal, ya que durante mucho tiempo han obligado al cuerpo a descansar en sus dos terceras partes sobre la porción delantera del pie.

De ahí proceden las deformaciones de los dedos de los pies y una mala circulación en las extremidades que es el origen de callos, durezas, plantas planas y sobre todo esa costumbre de permanecer encorvada para restablecer de alguna manera el equilibrio del cuerpo.

Las arrugas empiezan a marcarse; se forman las propias de la vejez y las debidas a los gestos, en los casos de una fisonomía muy móvil.

Los párpados se pliegan y aparecen unas bolsas debajo de los ojos.

Al final del día la fatiga se acusa en el rostro. Todo esto no es motivo para deprimirse sino que hay que buscar la manera de solucionarlas.

 
     

CUIDADOS DE BELLEZA EN LA EDAD MADURA

Con la edad, los cambios en la piel disminuyen y se deshidrata.

Cuando la capa líquida que es su mejor protección, se reduce la piel, se vuelve más sensible a las contracciones musculares.

Como está menos tersa y menos elástica da la impresión de que se estira y de que sobra piel, esto concretamente suele ocurrir en determinadas zonas como los párpados y debajo de la barbilla.

En esta piel relajada y marchita se marcan también los pliegues de expresión o surcos que corresponden con las contracciones de los músculos: el ángulo externo de los ojos, el pliegue que une la nariz con la boca, la comisura de los labios, la frente y el entrecejo.

Los gestos excesivos hacen que muchas veces estas arrugas aparezcan precozmente.

Para ello hay que luchar de formas muy diversas. Primero hay que protegerse del sol.

Durante todo el año, la epidermis debe tener la protección de una crema de día, y aunque el color de la tez sea agraciado, debe cubrirse con una crema de día adaptada al tipo de cutis.

El maquillaje se aplicará sobre una crema hidratante.

Hay que evitar trasnochar, fumar en exceso y abusar del alcohol.

COMO COMBATIR LAS ARRUGAS

Cuando las arrugas han hecho su aparición por atonía (falta de tono muscular y de la tensión o vigor normal de ciertos tejidos orgánicos, especialmente los contráctiles) se debe tonificar y estimular la piel, así como combatir la distensión de la epidermis.

Para ello hay que hacer uso de los astringentes, no demasiado fuertes porque tienen tendencia a desecar, y tampoco con demasiada frecuencia, un exceso de estos productos puede cansar a la piel, la cual tras haberse apretado en un principio, luego se relajaría con más facilidad.

Las cremas antiarrugas no se deben emplear demasiado pronto, ya que la piel se acostumbra enseguida a ellas, ni tampoco demasiado tarde.

Por término promedio este tratamiento debe empezarse entre los 35 y 40 años.

No son aconsejables las preparaciones excesivamente grasas, porque terminan reblandeciendo los tejidos.

No basta engrasar para nutrir el cutis, un exceso de productos favorece la división de las células y al mismo tiempo asfixia y relaja la epidermis que se desea reafirmar.

Debe alternarse el empleo de las cremas antiarrugas con las hidratantes.

Las máscaras para relajar la piel y reposar los rasgos deben emplearse periódicamente.

Cuando las arrugas se hacen muy visibles, siempre queda el recurso de un peeling que estimula la formación de nuevas fibras elásticas y hace que el cutis relajado se renueve por otro terso.

 
     

OTROS CUIDADOS DE LA EDAD MADURA

¿Te gusta andar por la calle y captar las miradas? O ¿Te sientes halagada cuando te dicen que pareces menor a la edad que tienes?

No desaproveches los minutos que te brinda tu Tiempo Libre para poner en práctica estos cuidados de belleza en la edad madura:

Diariamente hay que hacerse un lavado esmerado a base de abluciones frías sobre todo a nivel del busto, también se pueden alternar las abluciones frías con las calientes para que la piel adquiera vitalidad y el cuerpo firmeza.

Conforme se tienen más años la piel se encuentra más carente de agua.

Al disminuir las secreciones grasas, lo mismo que la tasa de colesterol , que es el que fija el agua en la epidermis, esta se encuentra cada vez peor protegida, se va desecando y se arruga.

Para evitar esto, se deben emplear cremas hidratantes y beber agua cuando se necesite.

Un litro de agua es la cantidad mínima, se tomará en pequeños sorbos, preferentemente por la mañana en ayunas y entre las comidas.

CUIDADO DEL CABELLO EN LA EDAD MADURA

Hay que abandonar escalonadamente el tono rojizo, el negro intenso y el rubio de niña en el cabello.

Lo que mejor va para esta edad es el rubio natural, el rubio rojizo, castaño dorado y castaño con mechas.

Un cabello gris bien cuidado puede suavizar los rasgos, sobre todo cuando se peina hacia arriba.

Al peinarlo hay que darle una línea ascendente para que parezca que los rasgos de la cara tienden también hacia arriba.

Evítense los flequillos, las cabezas planas en la parte superior y el cabello lacio, cualquier movimiento hacia abajo resulta un efecto triste.

También se procura evitar las líneas de peinado que endurezcan el rostro.

Se debe conservar cierta actividad periódica.

Cada día pueden hacerse 5 o 6 movimientos para mantenerse en forma y conservar el tono muscular.

Se pueden hacer en posición tumbada o apoyada en la pared para no cansarse demasiado:

  • un ejercicio respiratorio
  • Preparatorio
  • Abdominales
  • Una flexión hacia adelante que aligera el cuerpo entero
  • Una flexión agachada para agilizar las rodillas
  • Y 3 o 4 respiraciones profundas

La mujer que realiza la limpieza de la casa, que va caminando o en bicicleta al trabajo, que juega con sus hijos o nietos se conserva en forma sin siquiera pensar en ello.

El saber adaptarse a la edad que se tiene es la mejor manera de no aparentarla.

FUENTE: Enciclopedia de la Mujer

 


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