Regresan los mutantes en X-Men: Días del futuro pasado
X-Men: Días del futuro pasado es la séptima película de la saga basada en el popular cómic creado por la compañía Marvel en los años 60. También es la más cara y ambiciosa hasta la fecha.
Con un presupuesto que superó los 200 millones de dólares, este nuevo film reúne a las figuras del elenco de la primera trilogía Hugh Jackman, Patrick Stewart e Ian McKellen con las de la precuela X-Men: Primera generación como Michael Fassbender, James McAvoy y Jennifer Lawrence.
«La idea es expandir la audiencia para los X-Men a tal punto que motive la creación de nuevas películas derivadas de este universo», declaró hace unos días Simon Kinberg, guionista y productor del nuevo largometraje e involucrado también en las nuevas entregas de otra saga muy exitosa, la de Star Wars.
Historia
Recluidos en campos de concentración o directamente exterminados por los temibles «centinelas«, una mortífera creación de Bolivar Trask, interpretado por Peter Dinklage de Game of Thrones, antropólogo obsesionado con la eliminación de los mutantes por considerarlos una amenaza para el homo sapiens equivalente a la que esta especie representó para el homo neanderthalensis.
Los superhéroes nacidos de los experimentos llevados a cabo durante la Segunda Guerra Mundial apelan al no muy original recurso de enviar al pasado la conciencia del impaciente Wolverine.
El objetivo es cambiar el curso de ciertos acontecimientos en los que participaron unos mucho más jóvenes Charles Xavier, Magneto y Mystique.
Algo falla en esa misión, el proyecto tiembla y se disparan una cantidad de aventuras tan atrapantes que incluso generan expectativas alrededor de los spin-off ya anunciados, una tercera producción sobre Wolverine para 2017 y la primera sobre Gambito, otro personaje del cómic original, con Channing Tatum como protagonista.
Por lo pronto, habrá un nuevo capítulo en 2016, cuando se estrene X-Men: Apocalypse, siempre dirigida por Bryan Singer.