Las técnicas de relajación pueden ser una herramienta valiosa para ayudar a las personas a controlar el temor externo. Estas técnicas pueden ayudar a reducir la ansiedad, la tensión muscular y la frecuencia cardíaca.
El temor externo es una emoción natural que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas.
Puede ser una respuesta a una situación real y presente, o a una amenaza percibida. Cuando el temor es excesivo o desproporcionado, puede provocar ansiedad.
TÉCNICAS DE RELAJACIÓN
Algunos tipos de técnicas de relajación que pueden ser útiles incluyen:
- Respiración profunda: La respiración profunda es una técnica simple pero eficaz que puede ayudar a calmarte y a reducir la ansiedad. Para practicar la respiración profunda, siéntate en una posición cómoda y cierra los ojos. Luego, inhala lentamente por la nariz, contando hasta cuatro. Mantén la respiración durante un segundo, luego exhala lentamente por la boca, contando hasta 8. Repite este ciclo durante varios minutos.
- Relajación muscular progresiva: La relajación muscular progresiva es una técnica que implica tensar y relajar los músculos de forma secuencial. Para practicar la relajación muscular progresiva, siéntate o recuéstate en una posición cómoda y cierra los ojos. Luego, comienza tensando los músculos de la frente durante 5 segundos. Luego, relaja los músculos de la frente durante 10 segundos. Continúa con los músculos de la cara, el cuello, los hombros, el pecho, la espalda, los brazos, las manos, las piernas y los pies. Repite este ciclo 2 o 3 veces.
- Meditación: La meditación es una práctica que implica centrar la atención en el presente. Hay muchas formas diferentes de meditar. Una forma simple de comenzar es sentarse en una posición cómoda y cerrar los ojos. Luego, concentra tu atención en tu respiración. Cuando tus pensamientos se distraigan, simplemente vuelve a centrar tu atención en tu respiración.
- Imaginación guiada: La imaginación guiada es una técnica que implica visualizar una escena o un lugar relajante. Para practicar la imaginación guiada, siéntate o recuéstate en una posición cómoda y cierra los ojos. Luego, imagina una escena o un lugar que te haga sentir relajado. Puedes imaginar que estás en la playa, en el bosque o en cualquier otro lugar que te guste. Concéntrate en los detalles de la escena y en cómo te sientes en ella.
Si experimentas temor externo, es importante que consultes a un profesional de la salud mental para obtener ayuda.
Un terapeuta puede ayudarte a identificar el origen de tu temor y desarrollar estrategias para enfrentarlo.