Saltar al contenido
TiempoLibre

Cuando la familia política causa problemas

Compartir

Cuando la familia política causa problemas

Cuando la familia política causa problemas. Generalmente estos conflictos vienen derivados por una sobreprotección de los padres hacia los hijos y la consecuente dependencia que estos desarrollan.

El hijo o hija que ahora está en pareja no consigue definir bien los límites de intimidad hacia sus padres e independizarse emocionalmente y tampoco entiende porque su compañero/a no se siente tan vinculado como él mismo.

En estos casos existe la situación de que un miembro de la pareja que se siente atacado en cierto modo por la familia política y su compañero/a parece no verlo o incluso defender a sus padres.

Puntos críticos

Según la página bienestar.doctissimo.es, existen varios puntos críticos en la relación:

– El dinero. Los asuntos de préstamos entre la familia o simplemente cómo o en qué gasta la pareja su dinero.

– El tiempo que pasan con la familia. Generalmente comparado con el tiempo que pasan con del otro miembro de la pareja, momentos clave suelen ser las Navidades y ese reparto de eventos tan característico de estas fechas.

– Las tareas del hogar. Si los límites no están bien marcados la familia política puede llegar a influir en las discusiones por el reparto de las tareas del hogar.

– El cuidado de ancianos o enfermos. Si hay personas dependientes en la familia el tema de quién cuida de ellos y cómo es motivo de tensiones.

– Cuando por pasar tiempo con la familia olvida a su pareja, esta se siente desplazada y poco querida.

Ideas para mejorar la relación

Una buena idea es dejar que cada miembro de la pareja gestione las relaciones con su propia familia y evitar meterse en la medida de lo posible.

Si no se conecta con la familia política se debe pensar que son personas que se va a tener que ver durante muchos años así que lo mejor es mantener una relación al menos cordial, pero no es necesario que sean los mejores amigos y ni mucho menos tener una relación similar a la que se tiene con la propia familia.

Se debe comprender a los padres y a la pareja pero sin dejar que ninguna de las partes se falte al respeto.

 


Compartir