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Ejercicios para hacer en casa sin usar costosos equipos

ejercicios para hacer en casa
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Con voluntad puedes mejorar tu vida. Practica estos ejercicios para hacer en casa y ponte en forma sin gastar dinero ni afectar tus labores diarias. ¡No tendrás que salir de tu hogar!

Estar activos no solo te permitirá mantener el peso en el que te encuentres, o quizá te ayude a perder unas libras, sino también te ayudará a librarte del estrés, a no dejarte dominar por la ansiedad y a estar sanos.

Estos ejercicios para hacer en casa te ayudarán en tu objetivo, y lo mejor de todo, es que puedes hacerlos en la comodidad de tu hogar.

EJERCICIOS PARA HACER EN CASA: RESPIRAR

Se salta a la cuerda, despacio, primero con un pie, luego con el otro y después con los 2 pies juntos, levantando las rodillas.

Cambiar de sentido.

Inicia con 50 saltos y aumenta poco a poco.

Si no se tiene cuerda o el local es muy pequeño, se salta o se corre sobre el mismo sitio, con los pies unidos y levantando las rodillas lo más posible.

El salto es un entrenamiento completo que mejora la capacidad respiratoria, así como la eficacia cardiaca, y pone en movimiento el conjunto del cuerpo.

EJERCICIOS PARA HACER EN CASA: MEJORA LOS ABDOMINALES

Los abdominales junto con los respiratorios, son los más importantes de la sesión de ejercicios para hacer en casa.

La parte abdominal sostiene los órganos digestivos y los femeninos.

Unos músculos abdominales en buena forma evitan su caída y su congestión.

En este ejercicio hay que tener cuidado solamente de conservar el equilibrio entre las fuerzas musculares de la región abdominal y lumbar.

Si la primera no es bastante musculosa con respecto a la segunda, el vientre se redondea y se curva hacia adelante.

Para evitar que los riñones sufran, ya que a veces están demasiado encorvados, suele ser conveniente colocar un cojín en el hueco lumbar.

Tumbada boca arriba, con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo y los pies cerca del abdomen (los pies y el abdomen deben mantenerse quietos), se levantan los brazos y se incorporan con lentitud la cabeza, los hombros y la espalda, hasta llegar a sentarse.

Realizados estos movimientos, se vuelve a la posición inicial, inclinando, poco a poco y a la inversa, el busto, los hombros y la cabeza, hay que frenar en el descenso.

Partiendo de la misma posición inicial, se levantan los brazos paralelamente hacia la derecha y se incorporan con lentitud la cabeza, los hombros y el busto, hasta sentarse con una ligera inclinación hacia la derecha.

Una vez en esta postura, se vuelve al punto de partida, bajando con lentitud el busto, los hombros y la cabeza.

Este mismo ejercicio debe hacerse a continuación, pero con inclinación hacia la izquierda.

Si estos 2 ejercicios resultan demasiado duros en un principio, se pueden apoyar los pies en un mueble o, para empezar, levantar solamente la cabeza y luego los hombros.

EJERCICIOS PARA EL ABDOMEN

Tumbada boca arriba, con los brazos un poco separados del cuerpo, con las manos sobre los hombros y los pies cerca del abdomen (los brazos, los hombros y la cabeza deben mantenerse firme), se eleva con lentitud la parte inferior del tronco, con las piernas dobladas, despegando del suelo el abdomen y la región lumbar.

Se debe volver a la posición de partida también muy despacio y con cuidado de no mover la cabeza.

PARA LAS CADERAS MUSLOS Y PIERNAS

Sentada en una silla son respaldo recto, con los pies en el suelo y las manos cruzadas por delante, hay que levantarse sin ayuda de las manos y volverse a sentar muy despacio y sin saltar para levantarse ni dejarse caer en el momento de sentarse.

Este ejercicio se puede realizar en la vida corriente cada vez que haya que acomodarse en una silla.

Otros ejercicios también muy convenientes para los miembros inferiores pueden ser:

Sentarse sobre las piernas, levantarse y volverse a sentar, siempre sin ayuda de las manos.

De pie, de puntillas, con los pies juntos y las manos en la cintura, flexionar a fondo las piernas, acercando la cavidad abdominal a los talones, y levantarse con lentitud.

Este ejercicio debe realizarse un día con las rodillas juntas, y otro, separadas.

Con la espalda apoyada en la pared, los brazos a lo largo del cuerpo y los pies algo separados de la pared, deslizarse a lo largo de ésta.

Con las rodillas juntas, hasta que los músculos queden perpendiculares a las piernas (igualmente que si se estuviera sentada sin tener silla).

Mantenerse en esta posición todo el tiempo que se pueda, con la espalda pegada a la pared en toda su extensión, luego volver a levantarse.

Colocar en el suelo un libro grueso, de 6 a 8 centímetros.

Con las manos apoyadas sobre una mesita o en el respaldo de una silla, subir con la punta de los pies encima del libro, descansando los talones en el suelo, levantarse de puntilla y descansar de nuevo con suavidad los talones en el suelo.

Repetir este ejercicio 20 veces.

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FUENTE: Enciclopedia de la Mujer.


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