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¡Mi perro es un volcán! Entendiendo la reactividad canina

reactividad canina
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Imagina que estás caminando por la calle y, de repente, alguien te asusta. Probablemente te sobresaltes o te pones a la defensiva. Nuestros perros experimentan algo similar. La reactividad canina es como una alarma que se activa cuando el perro percibe una situación como peligrosa, aunque para nosotros pueda parecer inofensiva.

QUÉ ES LA REACTIVIDAD CANINA

Un perro reactivo es aquel que responde de manera exagerada e incontrolable ante ciertos estímulos del entorno, como otros perros, personas, ruidos u objetos.

Estas reacciones suelen manifestarse a través de ladridos intensos, tirones de la correa, intentos de escapar o incluso comportamientos agresivos.

Es importante destacar que la reactividad no es lo mismo que la agresividad, aunque a veces puedan confundirse. La reactividad suele estar arraigada en el miedo o la frustración.

CAUSAS DEL COMPORTAMIENTO

Las causas de la reactividad pueden ser múltiples y variadas, incluyendo:

  • Falta de socialización temprana: Si un cachorro no ha tenido la oportunidad de interactuar con una variedad de personas, animales y situaciones desde pequeño, puede desarrollar miedos y ansiedades.
  • Experiencias traumáticas: Eventos negativos como ser maltratado, abandonado o asustado por otros animales pueden desencadenar comportamientos reactivos.
  • Genética: Algunas razas pueden tener una predisposición genética a ciertos tipos de ansiedad o miedo.
  • Problemas de salud: El dolor o una enfermedad pueden hacer que un perro sea más irritable y reactivo.
QUÉ HACER

Lo primero que debes hacer es consultar con un etólogo o un entrenador canino profesional con experiencia en la gestión de la reactividad.

Ellos podrán evaluar a tu perro de manera individualizada y diseñar un plan de entrenamiento adecuado.

Mientras tanto, aquí tienes algunos consejos generales:

  • Mantén la calma: Tu propia reacción es fundamental. Si te pones nervioso, tu perro lo percibirá y su ansiedad aumentará.
  • Evita situaciones que desencadenen la reacción: Identifica los estímulos que provocan las reacciones de tu perro y evita exponerlo a ellos hasta que haya mejorado su comportamiento.
  • Refuerza las conductas positivas: Premia a tu perro con golosinas, caricias o juegos cuando se muestre tranquilo y relajado.
  • Entrena la obediencia básica: Comandos como «siéntate», «quédate» y «ven» pueden ayudarte a controlar a tu perro en situaciones difíciles.
  • Considera la medicación: En algunos casos, los medicamentos pueden ser útiles para controlar la ansiedad y mejorar la respuesta al entrenamiento.
SOCIALIZACIÓN DE UN PERRO RADIOACTIVO

La socialización de un perro reactivo requiere paciencia y un enfoque gradual. Aquí tienes algunas pautas:

  • Comienza exponiendo a tu perro a estímulos distantes y poco a poco acércate a ellos.
  • Combina la presencia de los estímulos con recompensas como comida o juegos.
  • Entrenamiento en desensibilización. Este tipo de entrenamiento consiste en exponer al perro al estímulo que le provoca miedo de forma gradual y controlada, mientras se mantiene una distancia segura y se le ofrecen recompensas.

¡Es importante destacar que cada perro es único y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro!


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