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Patitas que laten: La historia de Adopta No Compres Cuenca

Adopta no compres Cuenca
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En un rincón de la ciudad, donde el asfalto cede paso a la esperanza, se encuentra la Fundación Adopta no Compres Cuenca que late al ritmo de corazones perrunos.

Patricia Martínez, Priscila Martínez y Marcia Heredia han dedicado los últimos 12 años de sus vidas a rescatar, cuidar y encontrar hogares para cientos de perros abandonados.

Su historia es un testimonio de amor incondicional y de la resiliencia del espíritu humano.

Nacida de un sueño compartido y consolidada con esfuerzo y sacrificio, la fundación Adopta no Compres Cuenca se ha convertido en un faro de luz para los perros más vulnerables.

«Ver la necesidad, la carencia de amor y cariño, nos impulsa a seguir adelante. Son seres que no tienen voz y nos propusimos ser su voz», confiesa Patricia con la mirada llena de determinación.

ADOPTA NO COMPRES CUENCA: UN REFUGIO CONSTRUIDO CON AMOR Y SACRIFICIO

El camino no ha sido fácil. Patricia y sus compañeras han enfrentado innumerables obstáculos: desde la falta de recursos económicos hasta la crueldad humana.

“Iniciamos hace 12 años con un sueño que era formar una tropa de rescate. Formamos un grupo de WhatsApp con muchas personas, éramos más o menos 40, pero como la labor es muy dura se fueron retirando hasta que hoy en día contamos con nosotras 3”, recuerda Patricia.

Han construido 3 refugios con sus propias manos. El último en el cual funcionan actualmente, es un terreno prestado por el médico veterinario Luis Jácome, en el cual albergan 90 canes ubicados en diferentes caniles según su temperamento.

David, Selena y Luis son quienes comparten sus días con los perros en el refugio a la vez que los alimentan y limpian el lugar.

Hace 3 años y medio lograron convertirse legalmente en Fundación.  

DIFÍCIL LABOR

Durante su recorrido han enfrentado amenazas y han llorado la pérdida de aquellos que no pudieron salvar. Pero su amor por los animales es más fuerte que cualquier adversidad.

La maldad humana casi derrumba a Patricia para continuar con su gran labor.

“Hace un año entré en un estado de depresión que si me acuerdo me pongo a llorar, de ver la maldad humana y necesité asistencia psicológica. Me alejé por un mes, pero después dije no es justo, ellos me tienen a mí, yo tengo a mi familia, mis hijos, pero ellos no tienen a nadie y si nosotros no luchamos por ellos ¿quién va a luchar? Entonces eso me mueve, es el motor para seguir adelante”, dice.

 «Hemos visto casos de violaciones, de animales mutilados, de perros abandonados a su suerte. Es desgarrador, pero nos da la fuerza para seguir luchando», agrega Patricia con voz entrecortada.

LA NECESIDAD DE AYUDA ES URGENTE

Hoy, el refugio alberga más de 90 perros, cada uno con una historia que contar. Los gastos son elevados y los recursos limitados.

Pero a más de los que están en el refugio, cuentan con más perros en sus hogares. Patricia alberga en su casa a 30 perros, Priscila a 12 y Marcia a 16.

«El viernes pasado gastamos 500 libras en comida, entre avena, arrocillo, fideos y croquetas; y eso se consume semanalmente. Necesitamos el apoyo de todos para seguir adelante», apela Patricia.

Además, tienen una deuda de más de $10.000 con el médico veterinario Luis Jácome, quien les ayuda con sus diferentes casos.

HISTORIAS DEL REFUGIO
Patricia Martínez junto a Petra- TIEMPO LIBRE

Desde adultos juguetones hasta ancianos sabios, pasando por aquellos que han sufrido la crueldad humana, cada perro nos recibe a TIEMPO LIBRE con una alegría que conmueve.

Sus colas mueven el aire con fuerza, sus lenguas húmedas nos lamen la cara y sus abrazos nos derriten el corazón.

A pesar de las heridas que llevan en el cuerpo y en el alma, han elegido perdonar a los seres humanos esperando una nueva oportunidad.

Entre las historias que más conmovieron a la rescatista está el caso de Petra y Sultán.

“Con Petra prácticamente iniciamos el refugio. Es la primera huésped debe tener unos 13 años, cuando le rescatamos tendría unos 10 meses”, recuerda Patricia.

La triste historia de esta bella negrita comenzó cuando tuvo la mala suerte de llegar a las manos de un ser humano malvado, que según comentaron los vecinos, la había dejado varios días sola, sin alimento, ni agua, por lo que cuando este hombre regresó, Petra aprovecho un descuido para comer lo que había llevado, por lo que la atacó a machetazos y le cortó su pata trasera y la boto a la calle.

Con la ayuda del veterinario pudieron salvar la vida de Petra y ahora, a pesar de no tener su pata, es una perrita feliz que recibe a los visitantes del refugio con mucho cariño dejando atrás ese triste episodio que le tocó vivir.

“Aquí va a pasar hasta el final porque nadie le va a adoptar, porque es un perrito negro y por ser inválida, pero es la perra más amada del refugio y la primera”, menciona Patricia a la vez que la mira con mucho amor.

El otro caso que la marcó, es Sultán al cual su humano lo tenía amarrado con soga sin agua ni comida para castigarlo por haber matado una gallina.

Patricia y su esposo, cortaron la soga de este dálmata para llevarlo al veterinario, pues sus órganos ya le estaban fallando debido a la falta de alimento.

Por este caso, se ganó muchos problemas, pues este ser humano quería de regreso al dálmata para tenerlo amarrado hasta su muerte. Pero gracias a las actuales leyes se lo pudo salvar y entregarlo a una familia que realmente lo ama y le brinda la vida que merece.

MENSAJE DE RESPETO

El mensaje que buscan transmitir a la gente es el de respeto hacia la vida de estos seres vulnerables.

“Que lean, hasta la Biblia dice que si ayudas un animal vivirás largos años. Que sí en este mundo estamos de paso y que solo las buenas obras van a quedar… A esa persona le decían la loca de los perros, pero qué lindo salvo cantidades de perros. Mediten, abran su corazón, abran su entendimiento”, recomienda.

Y para esos que dicen es solo un perro: “en la vida le puede abandonar su esposa, su hijo, toda su familia; pero el perro va a ser el único ser fiel que le va a esperar el resto de su vida. No le importa si es blanco o negro, pobre o rico, malo o bueno; el animalito va a ser fiel hasta la muerte”.

CÓMO PUEDES AYUDAR

Estamos seguros que luego de leer estas historias se te ablando el corazón y si no sabes cómo ayudar aquí te dejamos algunas ideas:

Adopta: Si estás pensando en tener un compañero fiel, visita el refugio. Allí encontrarás a perros de todas las razas y edades esperando un hogar lleno de amor ¡no te arrepentirás de adoptar!

Entre los requisitos para adoptar están: tener una casa o departamento con cerramiento, que el perro tenga un lugar con techo, copia de la cédula, croquis de la ubicación de la vivienda, lugar de trabajo del adoptante.

Apadrina: Si no puedes adoptar, puedes apadrinar a un perro. Tu aporte ayudará a cubrir sus gastos de alimentación y atención médica.

“Soñamos con el día en que la gente respete a los animales. No gasten en cerveza, cigarrillos y diga voy a ayudar a estos seres”, dice Patricia.

Difunde: Comparte esta historia en tus redes sociales y ayuda a que llegue a más personas.

Dona: Cualquier donativo, por pequeño que sea, es bienvenido. Puedes donar alimentos, material de limpieza o construcción, dinero.

También puedes donar cobijas, colchones, almohadas, sábanas, platos, ollas, lonas que ya no utilices y estén en buen estado.

¡La lucha continúa con tu ayuda! Para mayor información encuentra a la Fundación en todas las redes sociales como Adopta no Compres Cuenca.


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