Peluditos Cuenca ayuda a los miembros de familia sin voz.
Peluditos Cuenca cuenta con voluntarios que entregan su vida en favor de los animalitos que han sido abandonados y buscan una nueva oportunidad para brindar todo el amor desinteresado que albergan en sus corazones.
“Quienes dejan a su mascota porque a su pareja no les gusta no han sentido el verdadero amor. Deben repartir su cariño y decidir por quien estuvo primero. Yo no los abandonaría por nada en el mundo”, dijo José Gómez, voluntario de Peluditos Cuenca.
Su amor por los canes comenzó en su niñez cuando su tío le regaló uno que nadie quiso comprar cuando lo fue a vender en el mercado porque tenía una mancha. Desde ese instante se comprometió a ayudarlos y desea en un futuro dedicarse al 100 por ciento a su labor altruista.
La vida personal de los voluntarios queda en segundo plano para ayudar a los ángeles que Dios puso en la Tierra para dejarnos conocer el amor verdadero.
A más de organizar los eventos de adopciones también los rescatan de las calles para lo cual la cuenta de Facebook del colectivo es una herramienta importante ya que lo usan para dar a conocer los paraderos de los perritos atropellados o abandonados y acudir a su rescate.
Al no contar con un refugio, los voluntarios se prestan para brindar un hogar transitorio hasta encontrarles uno definitivo.
“Pata Pata, el primero que acogí temporalmente, fue atropellado cerca del Mall del Río. Tenía las tres patas rotas. Luego de una dura recuperación y de vivir un mes en mi casa, lo dí en adopción. Es súper duro; lo extraño mucho”, indicó Fausto Quito.
Dicho sentimiento es compartido por las personas que han tenido la oportunidad de acoger en su hogar a un can o a un felino que ha sido víctima de la indiferencia humana.
Los ojos de agradecimiento, la alegría que irradian al ver llegar a casa a su salvador temporal y la entrega inmediata de su amor desinteresado hace difícil a los voluntarios el tener que desprenderse de su compañía para entregarlos a su nueva familia.
Dicha nostalgia se ve compensada al verlos contentos en sus hogares definitivos y recuperados de sus dolencias, tanto físicas como emocionales, ya que al vivir en las calles muchas penurias han debido soportar por la crueldad de los seres humanos.
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Refugio
Marty Parra, fundadora del colectivo improvisó un refugio en su casa en donde varios animalitos esperan encontrar a su «manada» definitiva.
Los requisitos para adoptar son una colaboración de 10 dólares, copia de la cédula, llenar una ficha con sus datos personales y comprometerse a cuidarlos.