Chester mi perro anciano, es una historia con la cual te identificarás, si compartes tu vida junto a estos maravillosos seres que solo saben brindar amor.
Quienes tenemos la fortuna de compartir nuestra vida con seres de 4 patas, nunca nos faltarán historias que contar, y lo mejor de todo, es que son de aquellas anécdotas que conmueven hasta al más insensible.
El protagonista de esta historia es Chester, un french poodle que me enseñó lo que es el perdón.
CHESTER MI PERRO ANCIANO
Tienes 18 años, si fueras humano estarías empezando tu vida con grandes proyectos para tu futuro, el cual sería grandioso porque eres muy inteligente y amoroso.
Pero eres un perro, y eso hace que cada día sea uno menos a nuestro lado.
Es muy triste que la vida te brinde poco tiempo en la tierra.
Sin darme cuenta los años volaron y ahora te veo envejecer, ya no me sigues por toda la casa, ni te emocionas al verme llegar, ahora tu vida es dormir y despertar solo para comer.
Me alegra verte acostado en tu cama junto a la mía, y vienen algunos recuerdos a mi mente como cuando te sentabas a mi lado cuando estaba triste, cuando subías a mi cama para acostarte junto a mí o cuando te emocionabas al ver tu correa, porque eso significaba ir de paseo y esa ¡era la mejor aventura!
Pero ahora son solo recuerdos, porque el paso del tiempo te aleja poco a poco de mi lado.
No es queja, pero sí extraño que me sigas a todas partes y verte fuerte y sano porque ahora tus patitas traseras están débiles.
CUIDADOS DE CHESTER
La dicha que tengo es que puedo devolverte todo el amor que me brindas, porque hasta ahora cuando te acaricio tus gestos me muestran que me sigues queriendo y sabes quién soy.
Soy la mujer que te ama, la que te carga para llevarte al patio, que te hace tu sopa sin sal siguiendo las recomendaciones de tu veterinaria para que tengas una buena calidad de vida, la que asea tu cama porque ahora ya no puedes controlar tus necesidades, la que quisiera que vivas para siempre porque si algún día te vas dejarás un gran vacío en mi corazón.
Aunque sé que eso no es posible, sí puedo demostrarte con mis acciones que eres muy importante para mí y que como te digo a diario, soy afortunada por tenerte en mi vida.
PERROS ANCIANOS PROBLEMAS
Soy feliz de poder cuidarte en tu vejez, y me apenan todos aquellos perritos que no pueden tener a alguien que los cuide en sus últimos años como lo hacemos contigo.
Para quienes no aman a los animales, esto es una locura, pero quienes fuimos bendecidos de compartir nuestra vida con estos maravillosos seres sabemos lo que significa el amor.
Ustedes nos enseñan que no es necesario ser de la misma especie para cuidarnos como familia, sino basta que exista el cariño desinteresado para hacerlo.
Así que seguiremos compartiendo más aventuras, aunque ahora son diferentes porque eres mi perro anciano, pero estaremos juntos hasta la eternidad, ya que este amor no tiene fecha de caducidad.