Perro Bentley tiene mejor suerte que Excálibur
Comer mantequilla de cacahuete, jugar en el refugio en el que vive, con juguetes que ha recibido de donaciones y escuchar música clásica: esa es parte de la rutina de Bentley, el perro de Nina Pham, la enfermera infectada con ébola en Estados Unidos.
Los 21 días que tendrá que pasar Bentley aislado están siendo contados por el Servicios de Animales de Dallas, que va publicando fotos de su estado en su página web y detalla el mimo con el que se trata al animal.
El cachorro, de un año de edad, fue trasladado desde el apartamento de Pham hasta un alojamiento temporal en una base naval en la que se ha tratado de reproducir el ambiente de una casa normal, según han informado los medios estadounidenses.
Esta manera de manejar el posible contagio de la mascota de Pham contrasta con la decisión que se tomó en España de sacrificar a Excálibur, el perro de Teresa Romero, la enfermera contagiada con ébola, que levantó una fuerte polémica.
Bentley está siendo tratado por Tammy Beckham, una veterinaria experta en enfermedades contagiosas de la Universidad de Texas A&M. Tres veces al día, la veterinaria entra en el área de cuarentena donde está Bentley y juega con él, según recoge The Dallas Morning News.
Una cuarentena muy amena
Los juguetes de Bentley se van cambiando para que su juego sea variado y no se aburra, igual que se hace con las mantas e incluso se le pone música clásica, todo con el objetivo de que su cuarentena sea lo más amena posible.
Su juguete favorito son los conos de gomas rellenos con mantequilla de cacahuete.
Cuando pasen los 21 días de cuarentena, Bentley tendrá que someterse a una prueba para comprabar si está infectado de ébola. En caso de que no muestre síntomas será liberado.