Un aullido, una mirada, un lengüetazo, bastan para caer rendidos a sus patas, eso lo saben todos los que tienen una historia de un rescate animal por contar.
Dentro de sus posibilidades, cada uno de los integrantes de esta historia de un rescate animal, ayudan a:
- perros que viven en la calle
- o a fundaciones que se dedican a su cuidado.
Es decir no son una fundación, ni tienen un refugio, pero el destino parece haberlos elegido para ayudar a unos pocos seres indefensos, aunque en su corazón sueñan con un día poder ayudar a todos.
HISTORIA DE UN RESCATE ANIMAL
Una tarde soleada de sábado en marzo de 2021, cambio para siempre la vida de 4 personas y de un perro abandonado que con sus tiernos ojos, uno de color blanco con café, y con su extrema soledad, vivieron una aventura.
Una quinta persona alertó sobre la estadía de un perro negro con patas y pecho blanco, de tamaño mediano, que pedía ayuda en el terminal terrestre de la ciudad, ya que aullaba con gran tristeza.
La frase:
“No es necesario ser rescatista o activista, para ayudar a un animal”, motivó a los protagonistas de esta historia a cambiar la vida de este perro negro.
Lo primero era ir a comprobar si seguía en el lugar indicado y si estaba herido.
Al parecer el can sabía las intenciones y se acercó a quien llegó a verlo y pidió que lo acaricie.
De inmediato se creó una conexión entre estos seres.
Debido a que no se lo veía herido, la idea era darle de comer y dejarlo en dicho lugar.
Pero al retirarse para buscar comida, el perro negro comenzó a aullar desesperadamente.
Esto hizo suponer que estaba enfermo, por lo que no se lo podía dejar en ese lugar.
RESCATE ANIMAL ECUADOR
De inmediato, se contactaron con una señora para ver si le podía adoptar para que deje las calles, una vez que el veterinario lo revisará.
Al conseguirle un hogar tenían la mitad del trabajo realizado, ahora faltaba rescatarlo.
Con la ayuda de una soga y debido a que el perro negro confío inmediatamente en uno de sus rescatistas, se lo pudo llevar a la calle, pero una vez ahí, se complicó la labor ya que tenía miedo a los autos y quería huir.
Tampoco dejó que se lo cargará, ya que al intentarlo aullaba descorazonadamente.
Lo lamentable de este cuadro, fue que:
- ninguna persona que estaba en el terminal le importó que pasaba con el perro negro,
- ni si sus 4 rescatistas eran o no buenas personas, ya que nadie se acercó a preguntar qué pasaba o a intentar ayudar.
Pero por ventaja del perro negro, sus rescatistas querían ayudarlo, así que no importo que llueva para seguir en su intento.
Con la ayuda de un plástico grande y luego de varios intentos, se logró cargar al perro a la camioneta que lo llevaría a su nueva vida.
RESCATISTAS DE ANIMALES
Escoltado llegó a la primera casa que le daría acogida esa noche. Sus rescatistas lo secaron ya que todos estaban mojados por la lluvia.
También alimentaron y mimaron a este ángel con cola que mostró su agradecimiento a cada uno de sus rescatistas lamiéndoles la mano.
Debido a que aullaba iracundamente, sacaron cita con la veterinaria para que lo revisara al día siguiente.
Además publicaron su imagen en redes sociales para ver si tenía dueño, pero lamentablemente nadie lo reclamo.
Para tranquilidad de todos, la médico veterinaria indicó que el perro estaba bastante bien y que parece ser una mezcla de husky y samoyedo, por el color de su ojo.
Una vez bañado quedó más hermoso y listo para comenzar una nueva vida.
Dos de sus rescatistas no pudieron acudir a dejarlo en su hogar.
Pero fueron a despedirlo ya que a pesar de estar solo unas horas con él, lo sintieron suyo y se les partió el corazón al dejarlo partir.
Pero esta no es una despedida…
Se acordó con su familia, que se les donará balanceado constantemente para que lo cuiden y le brinden la vida digna que se merece.
Así que Negro, como lo llamó su familia, no será olvidado por sus rescatistas.
A pesar de haber transcurrido un año, ellos siguen pendientes de Negro en su hogar, porque una parte del corazón de cada uno se quedó con el protagonista de esta historia de un rescate animal.